sábado, 30 de noviembre de 2013

El valor del amor en cuento, anecdota y cancion (Valores de la formacion infantil)


                                  Universidad Alfonso reyes

Lic. en Educación Preescolar y Formación Infantil
 
 
 

Materia: Valores de la formación infantil

Tema: El valor del amor en cuento, anécdota, historieta y canción

 

Maestra: Lic.  Gema Flores

 Nombre: Maribel González Palma

Grupo: 3

Turno: Nocturno

Matricula: F3572
 

 

SAN NICOLAS DE LOS GARZA, NUEVO LEON  A 26 DE NOVIEMBRE DEL 2013.
 
 
 
 
 
 
 

                                     INTRODUCCION 

 

Este ensayo está dividido en cuatro trabajos que hablaran del valor del amor:

El primero es un cuento que data de ya hace muchos años que se dio lugar en la vieja Inglaterra, trata de un rey muy rico quien llevaba el nombre de Emilio, le gustaba mucho viajar y cumplir con los deberes de un caballero. Recorriendo ciudades y ayudando personas que eran sometidas a los caprichos de la gente malvada conoció a una espectacular mujer que llevaba por nombre Ana Valeria la cual al ver su profunda mirada quedo totalmente encantado. Tras varios sucesos tristes y una larga espera pudieron nuevamente encontrarse y seguir trazando su camino.

El segundo es una breve anécdota de mi vida que habla acerca de mi primer amor, lo que causo y lo que trajo después de no habernos conocido bien y simplemente dejarnos llevar por lo que sentíamos en el momento. Lo importante de esta anécdota es que al final,  todas las cosas salieron bien y que nunca debemos dejarnos derrotar por las circunstancias malas que nos lleguen a suceder y que siempre hay que mirar hacia delante.

En el tercero se creó una canción entre los cuatro alumnos del salón acerca del valor que le toco a cada uno. Y por último pero no menos importante la creación de una pequeña historieta donde el súper héroe es un corazón.

 

 

 

 

                        CUENTO: LA MIRADA DEL AMOR

 

Hace ya mucho tiempo, en una tierra muy lejana de Inglaterra donde sus grandes campos son verdes, llenos de enormes árboles y gigantescas montañas existió el castillo del rey Emilio, este rey  era amoroso, valiente y generoso con todos los ciudadanos de ese país. Como todo gran caballero luchaba contra sus enemigos, que eran malvados, mezquinos y odiosos. Mataba dragones y rescataba damiselas en peligro. Partía a la batalla con bastante frecuencia, montaba en su reluciente caballo negro y cabalgaba en cualquier dirección.

Le gustaba mucho emprender nuevas aventuras y conocer nuevos lugares, en una de esas ocasiones llego a un pueblo llamado Cambridge que tenía pocos habitantes pero eran muy hospitalarios, ahí conoció a una bella  joven con el nombre de Ana Valeria, tenía unos hermosos y enormes ojos marrón, su cabello era  rizado y pelirrojo lo cual enamoro inmediatamente a el rey Emilio. Ella vivía junto con madre en una pequeña casita al lado de un refrescante arroyo, se dedicaban a confeccionar preciosas prendas las cuales se vendían en el mercado.

Emilio se acercó y les pregunto - ¿Cuál es el precio de esta prenda?

Ana Valeria contesto – 10 libras mi señor

Emilio dijo  – la compro, está muy bien hecha y se ve que es resistente, ¿ustedes las hacen?

Ana Valeria - así es mi señor

Emilio - no me llames así mi nombre es Emilio ¿y el tuyo?

 Platicaron por un largo rato, después la madre de Ana Valeria lo invito a cenar a su humilde hogar donde siguieron conversando y como ya se había hecho un poco tarde, el rey se quedó a dormir ahí. A la mañana siguiente desayunaron, agradeció la gran velada y se retiró para continuar su camino.

Cada vez que Emilio podía regresaba al pueblo de Cambridge para encontrarse con su adorada Ana, había ocasiones en las que tardaba mucho en regresar por que enfrentaba grandes y peligrosas cruzadas pero Ana siempre esperaba paciente su regreso. Mientras tanto ella y su madre seguían trabajando en la confección de ropa para plebeyos y alguna que otra ocasión para gente importante que ya les conocía de hace tiempo. Cuando todo parecía marchar muy bien, la madre de Ana Valeria enfermo y cayó en cama a consecuencia de una fuerte gripe aunado a mucho estrés por tener poco  trabajo, lo que hacía más difícil el poder sobrevivir. Fue una temporada dura y más porque Emilio no regresaba. Sin embargo Ana trabaja muy duro para sacar algo de dinero y ayudar a su pobre madre que cada día empeoraba, un día al regresar de trabajar se encontró con la dolorosa muerte de su querida madre. Con gran tristeza la velo y enterró junto al cristalino arroyo que yacía cerca de casa, bajo un gran árbol.

A los pocos días regreso el rey Emilio,  para contarle a su gran amor las valientes hazañas que había hecho, a toda la gente que había ayudado y principalmente para decirle que no podía pasar más tiempo sin estar a su lado, llevaba con él un anillo de oro blanco, insertado en una enorme rosa roja para pedirle matrimonio pero al llegar al pueblo se encontró con esta terrible tragedia, al ver a su amada devastada la miro por un momento con amor y tristeza en los ojos, la tomo entre sus brazos le dijo que lo sentía mucho y que de haberlo sabido hubiese regresado antes para estar con ella y apoyarle a cada momento.

Ana Valeria le dijo – no importa amor mío, ahora ya estás aquí con migo.

El rey se dio cuenta que debía pasar más tiempo con ella, no dejarla tanto tiempo sola y compartir nuevas experiencias juntos, por esta razón fue que se retiró de las grandes cruzadas y solo se dedicó a ayudar a los demás y a darle todo su amor a Ana Valeria quien siguió creando nuevas prendas pero ahora con ayuda de grandes hiladoras y personas que quisieran aprender. Finalmente se casaron, tuvieron dos hijos, un niño llamado Antuan  y una niña llamada Mary Ann, crecieron fuertes y sanos, hicieron sus vidas y se marcharon de casa. Durante todo ese tiempo el amor del rey Emilio y Ana Valeria nunca cambio, se apoyaban mutuamente y si tenían una discusión o no estaban de acuerdo en algo lo platicaban y trataban de resolverlo de la mejor manera posible sin llegar a herirse.

Cada año recorrían juntos el viejo camino lleno de hermosos paisajes y rojizos atardeceres al pueblo donde se habían conocido para visitar la tumba de su madre, le llevaban flores y le hacían saber que la seguían recordando en su corazón a pesar del tiempo transcurrido y de vivir a kilómetros de distancia.

Ya pasados muchos años en uno de esos  viajes y al evocar viejas historias Emilio voltio repentinamente a ver a su amada a quien le resplandecía el rostro con los rayos de sol, por un momento recordó aquella bella mirada y reconoció en ese semblante viejo y marchito los ojos de amor de aquel inolvidable otoño.

 

 

 

               ANÉCDOTA SOBRE EL VALOR DEL  AMOR

 

Hace casi 10 años llego a mi vida una personita muy especial, mi hijo Omar Alejandro. La verdad es que en esa época yo era muy chica, apenas contaba con 16 años de edad cuando me entere que estaba embarazada.

Estando en el primer semestre de preparatoria conocí por medio de unos amigos al papa de Omar, quien no estudiaba en esa escuela y que creí seria mi gran amor. Nos conocimos poco tiempo, después de clases el pasaba por mí y nos íbamos a su casa, no salíamos mucho, casi siempre la pasábamos ahí. Empezamos a tener relaciones sin cuidarnos, ya que no lo creímos necesario, después de ochos meses de noviazgo note que tenía un retraso en mi periodo, al ver que pasaba el tiempo y no reglaba me preocupe, así que decidí contárselo. Su respuesta fue que lo abortara a lo cual yo le conteste que no estaba de acuerdo y que si él no quería apoyarme pues no importaba, a los pocos minutos se arrepintió y me dijo que entonces me fuera a vivir con él.

Al llegar a mi casa y contar lo sucedido me exigieron que me casara con él. Le explique lo que habían dicho mis padres y acepto. Un mes después ya estábamos casados y mi pancita crecía cada vez más, me gustaba mucho hablarle a mi bebe y hacerle saber cuánto lo amaba, cuando su papa y yo peleábamos que era muy seguido y por cualquier cosa, mi pancita se ponía dura y yo siempre trataba de explicarle que no pasaba nada y que su papito lo quería mucho. A los ocho meses y quince días nació mi bebe pesando 2.500 kilogramos y midiendo 47 cm. Nunca olvidare cuando lo vi por primera vez, tenía sus ojos abiertos y muy grandes, me sentí la mujer más feliz del mundo en ese momento, mas sin embargo no todo fue color de rosa porque cada vez había más problemas entre su papa y yo y las cosas empeoraban, había discusiones, gritos y hasta golpes. Tanto fue el maltrato y poco amor, que este se marchito y decidí terminar por completo con esa relación.

Esto que me paso me paso, de una manera u otra me hizo madurar y sinceramente le doy a gracias a Dios por haberme dado cuenta a tiempo y enderezar el camino. En casa me apoyaron y busque trabajo, al principio no me interesaba mucho regresar  a la escuela pero un día de su suerte hace cuatro años conocí a la maravillosa persona que ahora tengo a mi lado como novio y futuro esposo que me hizo ver la realidad  de las cosas y lo importante que era seguir estudiando.  Así que tome nuevamente las riendas de mi vida y decidí hacerlo, por mí y por mi hijo que amo con todo mi corazón.
 
 
 
 
 
 

                                            CANCION

 

Con amor y alegría
Vamos todos a cantar
cultivemos el tiempo
Que en un momento se va

No vive la tristeza
No hay camino a la soledad
Que viva la alegría
Y la felicidad


CORO


No existe el mañana
hoy hay que pensar
fusionadas nuestras manos
Nuestras voces y a cantar
Que todo aquel que escuche
comience a soñar,
Con un país sin odio
Sin guerra, todo en paz y
con responsabilidad

Los adultos van esparciendo
Los niños a plantar
La moral y los valores
Vamos todos a cosechar

El arte es un talento
La honestidad, es un gran don
La amistad, el mejor medio
Para mis fines alcanzar.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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